Home-office hacks: Siete trucos para balancear tu trabajo a distancia sin terminar gritando auxilio

Si la pandemia nos ha enseñado algo a quienes somos madres y padres de familia es a tener PACIENCIA, es decir, la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse, como dice la Real Academia Española. Pero, ¿Realmente tenemos que “soportar” y “padecer” a nuestros maridos, esposas, hijos e hijas?

A mi entender, creo que la definición correcta de PACIENCIA sería capacidad de soportarse a una o a uno mismo para poder compartir tiempo con alguien más.

Podrá sonar cómico, pero es la realidad ¡Y me pongo como ejemplo! Creo que alternar el home-office con ir al supermercado, garantizar el tiempo de calidad con nuestras hijas e hijos, mantener la casa en orden, llevar a cabo actividades deportivas, capacitarnos de forma autónoma para hacer nuestro trabajo y apartar espacios para disfrutar de la vida con nuestras parejas se ha convertido en un desafío constante.

Es por esto que hoy te quiero compartir siete formas de balancear tu productividad mientras haces home-office y algunas técnicas de convivencia en tiempos de pandemia para no salir corriendo de casa gritando ¡AUXILIO!

1.- Entrena tu escucha activa para (ahora sí) compartir tu tiempo con alguien más

Una competencia de la que carecemos ocho de cada 10 personas en Latinoamérica y el Caribe es la habilidad de escuchar a nuestras hijas e hijos, empatizar con sus emociones y expresar cómo nos sentimos.

Para ello, primero debemos entender que los niñ@s siempre serán niñ@s, y no sería justo pedirles que se comporten como personas adultas cuando no lo son. Es por eso que, en esta época de home-office, sugiero que dediquemos tiempo para compartirles qué es lo que hacemos, por qué es importante mantener el silencio en algunos momentos y explicarles en qué partes del día sí se puede hacer relajo.

Recomendación: Hoy en día nos encontramos con que 52% de las personas que realizan home-office no logran “desconectarse” del trabajo, de forma que aprender a tomarte 5-15 minutos entre una reunión y otra para estar con tus hij@s, no mata a nadie. Además de constituir una oportunidad para pasar tiempo a su lado, también está probado que “te oxigenas” de la rutina.

2.- Fija períodos de trabajo para (ahora sí) compartir tu tiempo con alguien más

La bendición/maldición que nos ofrecen las herramientas digitales para mantenernos en conexión perpetua, trabajar de manera continua y capacitarnos constantemente nos hizo caer en el primer error del home-office: creer que podíamos seguir operando hasta 10 horas continuas “en horario de oficina” sin que nadie nos molestara.

Las primeras interrupciones las llevábamos con tranquilidad (algunos éramos nuevos en esto y otras creíamos que se trataba de algo pasajero); pero, cuando los meses fueron transcurriendo y vimos que era imposible regresar a nuestra “vida normal”, poco a poco fuimos convirtiéndonos en unos pequeños ogros en casa a quienes todos nos molesta, ¡Y que no se le ocurra a nadie interrumpirnos cuando estamos en reunión o metidos en la computadora!

Recomendación: Lo mejor que podemos hacer es integrar nuestra rutina laboral con nuestra rutina familiar y entender que, si las personas adultas estamos enfrentando nuestros quehaceres en una situación de constante estrés, nuestros hij@s lo están haciendo el doble. De ahí la importancia de ofrecerles lo que más necesitan: tiempo de calidad.

3.- Define tus objetivos SMART para (ahora sí) compartir tu tiempo con alguien más

Cuando íbamos presencialmente a la oficina, bastaba con cerrar la computadora, agarrar nuestras cosas e irnos para casa; pero hoy, con el home-office, la jornada laboral se extiende muchas veces más allá de lo que se debería al grado que 31% de la población sigue atendiendo mails o llamadas en su tiempo libre, resuelve pendientes en sus días de descanso, y se pasa del trabajo de escritorio al trabajo por WhatsApp.

De ahí la importancia de utilizar herramientas digitales que te ayudan a planificar tu semana, de marcarte objetivos SMART (eSpecíficos, Medibles, Alcanzables, Realistas y Temporales), limitar tu tiempo para los pendientes y, verdaderamente, desconectarte de tu oficina para compartirte con tu familia.

Recomendación: Hay muchos libros sobre maternidad y paternidad, pero ninguno que te diga “Cómo trabajar en pandemia, encerrado y con hijos”, entonces veo importante recalcar que, para hacer home-office, primero debes definir tiempos para cada cosa, planificar tu jornada, priorizar tus actividades, delegar responsabilidades, finalizar lo que empiezas y aprender a decir “no”.

En conclusión:

Compartir tiempo con alguien es bastante difícil y más aún cuando ocurre en horarios de 24/7 y no precisamente en una playa paradisíaca o en una montaña nevada tomando chocolate caliente. Esa es la fantasía que nos han pintado las películas de Hollywood, pero la realidad puede hacerse todavía más sabrosa cuando aprendemos a:

Pensar en carreras, no en maratones: Nuestra jornada laboral no puede ir de “aplatanarnos” en un escritorio por ocho horas continuas y hacer todo el trabajo en una sola sentada. Por eso te invito a dedicar periodos cortos (pero ininterrumpidos) de 60 minutos de concentración, seguidos por 10 minutos de descanso.

Comer primero las verduras y luego el postre: Dedica tu tiempo para realizar la actividad más compleja y absorbente del día tan pronto como inicies tu jornada, es decir, cuando tu nivel de energía y enfoque se encuentran en estado óptimo. Conforme avances, orienta tus esfuerzos a las actividades que haces en automático.

Cargar tu batería para prestársela al resto: Dicen que una persona es sanamente egoísta cuando se sana primero para luego sanar a los demás ¡Y es cierto! Una vez que hayas priorizado tu lista de pendientes eres capaz de terminar tu trabajo a tiempo, lo que te pone en la mejor disposición para ayudar a otras personas con sus tareas.

Dejar ir las cosas, deja pasar las cosas: Una persona promedio puede recibir hasta 56 correos electrónicos por día, haciendo crucial el tener “un sistema de lectura y de respuesta”. Crea un horario específico solo para atender tus canales de comunicación digital no urgente y haz lo mismo con tus pendientes: “tócalos y déjalos ir”.

La capacidad de soportarse a una o a uno mismo para poder compartir tiempo con alguien más es posible cuando disfrutamos de la vida a bocaditos: una cosa a la vez.

Ten paciencia y que la fuerza te acompañe.

apithy – Live the learning digital experience

About José Miguel Mijangos 1 Article
Soy Administrador de Empresas con un Posgrado en Marketing y más de 15 años de experiencia en proyectos de desarrollo de negocio, asesoría de compra, estrategia comercial y consultoría de relaciones públicas para la iniciativa privada de Centroamérica y el Caribe. Soy firme creyente de que el ser humano es totalmente adaptable si tiene la voluntad de aprender.

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*